La historia de la cervecería BrewDog es el sueño de cualquiera: dos amigos y un perro que pasaron de pedir préstamos bancarios y hacer cerveza en su garaje a consolidarse como una de las principales marcas de cervezas independientes a nivel mundial.
James Watt y Martin Dickie fundaron Brewdog en Escocia en el año 2007 cuando tenían 24 años con un espíritu independiente, libre y solidario que haría frente a las grandes macro-corporaciones de la industria cervecera.
El secreto de su éxito:
En el 2008 ganaron un concurso de cerveza patrocinado por la cadena de suspermercados británica llamada Tesco, el reto era suministrar cuatro de sus cervezas para más de 500 tiendas cuando solo contaban con dos personas un perro y embotellaban a mano.
“Equity for Punks”, fue un programa de crowfunding que consistía en un modelo financiero con el cual cualquier individuo aficionado a la marca podía invertir en ella, convertirse en accionista y recibir un 10 % de descuento vitalicio en los bares de BrewDog y una membresía de su club cervecero. Ahora alrededor del 22 por ciento de la empresa privada pertenece a 120.000 inversores que beben cerveza y que compraron acciones.
Marketing brutal: En el 2012, proyectaron una imagen de ellos mismos, completamente desnudos a excepción de una caja de cerveza para cubrirse, en las paredes del Parlamento de Londres.
En el 2018, para llamar la atención sobre su segundo programa “Equity for Punks” en Estados Unidos, alquilaron un helicóptero para sobrevolar Wall Street y arrojar gatos disecados en paracaídas al suelo, como una burla al estereotipado “banquero gordo de Wall Street” (derivado de la expresión “Wall Street fat cat banker”) y sus aburridos modelos financieros.